En el artículo anterior os hable de cómo habituar al perro a esa caja mágica llamada transportín. Hoy, quiero comentar las ventajas de tener un perro habituado al kennel y os ayudaré a entender por qué es mágica (tanto para el perro o la perra como para el/la guía).

¿Y cuáles son las ventajas de las que hablo? Voy a resaltar las más importantes:

#1. Viajar con tu perro: el transportín

Para viajar con tu perro en avión y en barco muchas veces es obligatorio que lo haga dentro del transportín; también en el coche es una de las formas más seguras y recomendables para hacerlo. Si tu perro está habituado al transportín, cualquier trayecto será mucho más relajado, ya que esa «caja mágica» es su zona segura donde relajarse y estar tranquilo, y el perro lo habrá aprendido.

¿Por qué? El transportín es su habitación

¿Te acuerdas cuando eras adolescente y te comías la cabeza? ¿Dónde te ibas cuando no podías más? Exacto, muchas veces te encerrabas en tu habitación y que le den al mundo, que luego vuelvo, ¿o no? Para un perro acostumbrado al transportín, este es su habitación; ¿y a quién no le gustaría viajar y llevarse la comodidad y su propia cama a cualquier sitio? Para el perro, el transportín puede ser su habitación portátil, donde se sentirá tranquilo y seguro dentro de ella en cualquier lugar.

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#2. Tareas diarias en casa

Un perro habituado al transportín facilita enormemente las tareas diarias del hogar. No nos engañemos: es muy común ver a la gente peleando con su perro cuando toca limpiar la casa o cocinar; muchos perros pisan por donde acabamos de fregar o se montan en la encimera para tratar de pillar un trozo de comida de lo que intentamos cocinar. Todo este estrés podemos evitarlo dejando al perro tranquilo en su caja mágica degustando un hueso o un Kong, mientras nosotros limpiamos de forma tranquila y sin conflictos.

#3. Por higiene; sobre todo en cachorros

Tanto en cachorros como para algunos perros adultos que aún no tienen los hábitos higiénicos correctos o claros, estar en el transportin les enseña, poco a poco, a aguantar las ganas de hacer sus necesidades: ¡ojo!, aquí debemos ser muy conscientes con los cachorros (recordemos que son bebés y no podemos exigir que aguanten de hacer pis o caca como un adulto). Una vez que les permitimos salir, lo llevaremos al sitio que queremos que haga (sea el jardín, sea la calle) y premiaremos en el momento en que lo haga.

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#4. Perros con miedos y fobias

Para aquellos perros que tienen miedos o fobias siempre es muy importante que tengan un refugio donde encuentren confort en esos momentos de miedo. Es muy común ver, por ejemplo, a perros con miedos a ruidos de petardos o tormentas esconderse bajo la cama o la mesa, buscando un sitio pequeño y protegido que les ofrezca refugio —como si fuese una madriguera—, para ello qué mejor sitio que su transportín.

#5. Enfermedad o patologías del comportamiento

En esos momentos en que nuestro perro/a se enferma y necesitamos dejarlo hospitalizado o bajo el cuidado de profesionales, es mucho más fácil para el proceso de recuperación de nuestro amigo poder quedarse tranquilo dentro de la jaula o el kennel. Lo mismo ocurre cuando se dan problemas del comportamiento como la ansiedad por separación o el miedo a la soledad, donde los profesionales siempre tratamos de apoyarnos en la caja mágica para corregir estas alteraciones de la conducta, pues ayuda a generar calma y a gestionar de una mejor forma los periodos de soledad.

#6. A la hora de comer…

Si tenemos más de un perro en casa, otra de las ventajas del transportín es que nos permite alimentarlos evitando disputas innecesarias por el recurso de la comida, o permitiendo al perro que come más lento que lo haga de una forma tranquila y no le roben su ración.

En fin, estas solo son algunas de las ventajas que nos ofrece el transportin y que lo convierte en mágico para el día día y la feliz convivencia con nuestro colega de cuatro patas.